Las suspensiones son un elemento vital para garantizar la seguridad y la estabilidad de un vehículo. También en los remolques. Si el remolque tiene los amortiguadores en mal estado, perjudicará a la conducción del vehículo. Con el paso del tiempo, los amortiguadores sufren el desgaste, como cualquier otra pieza, y hay que cambiarlo. Aquí te vamos a explicar cómo poner los amortiguadores a un remolque.
La vida útil de un remolque no es ilimitada, como tampoco la de los vehículos. Durante ese tiempo, el amortiguador va perdiendo propiedades hasta que llega un momento en que deja de absorber las irregularidades del terreno y, por tanto, de cumplir con su función. Normalmente, el estado del amortiguador de un remolque suele pasar desapercibido, pero es más importante de lo que crees.
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Por qué que poner los amortiguadores a un remolque
Los amortiguadores en mal estado suponen un peligro considerable a la hora de conducir. No solo reducen el confort a bordo, sino también dificultan el control del vehículo y, además, aumenta la distancia de frenado en más de tres metros, si circulas a unos 100 km/h.
No poner unos amortiguadores nuevos a tiempo puede acarrear problemas a la hora de afrontar una curva, por ejemplo, o esquivar algún obstáculo o realizar una frenada de emergencia. Si circulas con un amortiguador en mal estado en tu remolque, no tendrá una buena estabilidad, dará pequeños botes y en los giros podría salir despedido. Por no hablar del estado de la carga, que podría quedar dañada. Además, el consumo aumentará claramente.
En relación con las suspensiones, recuerda siempre que forman lo que se conoce como triángulo de seguridad, junto con los neumáticos y los frenos. Esto es igualmente importante en el caso de un remolque.
Cuándo poner los amortiguadores del remolque
Los amortiguadores del remolque se deben cambiar inmediatamente al menor síntoma de deterioro. Normalmente, si pasas tus revisiones periódicamente en un taller profesional, el mecánico debería detectar si los amortiguadores están en buen estado o no.
Unos amortiguadores desgastados pueden acelerar el desgaste de otras piezas del vehículo, especialmente, los neumáticos, los muelles, el chasis y la dirección. Poner unos amortiguadores a un remolque con antelación, además de aportar mayor seguridad, te hará evitar reparaciones más costosas.
Si percibes que el remolque es poco estable, que hace un ruido poco normal, que rebota demasiado al pasar por un bache o una superficie irregular o que los neumáticos están más gastados en un lado que en otro, puede que estén defectuosos los amortiguadores y tengas que cambiarlos.
Herramientas necesarias para poner los amortiguadores
Para poner amortiguadores a un remolque, necesitarás lo siguiente:
- Gato hidráulico: para elevar el remolque y poder manipular las ruedas.
- Soportes de gato hidráulico: para mantener el remolque elevado y conseguir mayor seguridad.
- Caja de herramientas: con destornilladores, carracas, vasos, llaves Allen y una llave inglesa.
- Compresor de muelles: para quitar los muelles en caso de que quieras hacerlo.
Cómo cambiar los amortiguadores paso a paso
Antes de cambiar los amortiguadores, es necesario purgar el aire de los amortiguadores nuevos. Debido al almacenamiento horizontal de los amortiguadores durante el transporte, el gas y el líquido hidráulico se mezclan dentro del amortiguador.
Si cambias los amortiguadores de un remolque sin purgar previamente el aire de los nuevos, el efecto de la amortiguación óptimo solo se logrará una vez que el vehículo haya rebotado varias veces. Esto puede dar lugar a una mayor aparición de ruido, en forma de una especie de silbido.
Para evitar este molesto ruido, al cambiar los amortiguadores, el vástago de pistón debe empujarse y sacarse de nuevo manualmente varias veces en la dirección de funcionamiento. Esto hace que se separen de nuevo el gas y el líquido hidráulico.
De esa forma, se habrá purgado el aire del amortiguador y alcanzará su efecto de amortiguación completo inmediatamente después de haberse instalado.
- Eleva el remolque y desmonta la rueda: usa el gato hidráulico y los soportes para elevar el remolque y poder manipular las ruedas. Después, con una llave cruz quita todos los tornillos y extrae la rueda del amortiguador que quieras desmontar.
- Quita los tornillos del eje para soltar el amortiguador: busca en la zona de la rueda los dos o tres tornillos largos que mantienen unidos el amortiguador y el eje y quítalos.
- Quita los tornillos de las torres del amortiguador: busca las torres del amortiguador, con unas formas más o menos cilíndricas. Cuando las localices, debes quitar los tres tornillos y el amortiguador quedará libre para manipularlo.
- Extrae el amortiguador: cuando vayas a extraer el amortiguador, puedes elegir entre comprimir los muelles o comprar una nueva base de montaje para el amortiguador. Teniendo en cuenta que el compresor cuesta 650 euros de media, sería una opción más económica comprar esa base de montaje.
- Si no quieres comprimir los muelles, solo tendrás que sacar el amortiguador y los muelles. Si los vas a comprimir, ten cuidado al hacerlo y quita el tornillo superior para sacar el amortiguador tras hacerlo.
- Coloca el nuevo amortiguador: en caso de que compres una base de montaje, vuelve a colocar la base del amortiguador en la dirección, fijándote en que los tornillos estén bien colocados. Después, coloca la base de montaje en la torre del amortiguador y aprieta sus tornillos con una llave inglesa.
- Coloca de nuevo la rueda: por último, solo te queda colocar de nuevo la rueda, atornillarla con la llave cruz, fíjate en que no falte ningún tornillo en ella y habrás terminado.
Ahora ya sabes cómo poner los amortiguadores a tu remolque y en qué debes fijarte para saber cuándo hay que cambiarlos.