La movilidad sostenible en las ciudades no deja de ganar importancia. Y no es de extrañar: su población está concienciada sobre los problemas que provoca el cambio climático. Además, al optar por esta forma de moverse, contribuye a reducir la contaminación de su localidad. Al final, el ser humano y el medio ambiente salen ganando. Para que puedas aportar tu grano de arena, a continuación, te explicamos en qué consiste esta idea tan positiva.
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¿Qué entendemos por movilidad sostenible?
Es un conjunto de procesos y acciones concretas que afectan a todos los medios de transporte. Es decir, los vehículos privados y los públicos están incluidos. Y no es para menos, ya que se busca reducir o eliminar sus emisiones en los próximos años. Una de las fechas límite es el 2030, como propone el foro Ciudades Sostenibles: Ecomovilidad, aunque otros planes llegan hasta el 2050. Este es el caso de la Unión Europea y su intención de alcanzar las cero emisiones netas de dióxido de carbono para ese año.
Para llegar a unos objetivos tan ambiciosos, es necesario cambiar el parque de vehículos por alternativas menos contaminantes. Esto quiere decir que los coches de combustión, por ejemplo, dejarán paso a los eléctricos. El transporte público pasará igualmente por un proceso idéntico de movilidad sostenible. En ciudades como Zaragoza solo se comprarán autobuses completamente eléctricos.
Más allá de estos automóviles, también juega un papel importante el uso de otros. Así sucede con los patinetes eléctricos, las bicicletas o la adopción del carsharing. Dicha opción es una de las más atractivas para buena parte de la población. Por si no la conoces, consiste en el alquiler de vehículos durante cortos periodos de tiempo. De esta forma, se facilita el cambio de un modelo de movilidad al otro sin que se convierta en un coste prohibitivo.
Las ciudades europeas más sostenibles en materia de transportes
Pese a que aún quedan décadas para notar los efectos de los objetivos marcados, algunas ciudades se están adelantando. La preocupación por el impacto medioambiental ha hecho reaccionar a las autoridades. Algunas ya han conseguido logros significativos. Para que te hagas una idea, te mostramos la clasificación de las más sostenibles:
- Copenhague: Se impuso con un total de 56,5 puntos sobre 100. Destaca por su búsqueda de una buena calidad del aire a través de la gestión de la movilidad.
- Ámsterdam: Aunque su transporte público está en el último lugar, su movilidad activa es la más alta. Los habitantes de la ciudad optan por caminar o ir en bicicleta, lo que reduce las emisiones.
- Oslo: El cuidado de la calidad del aire y la seguridad vial son los puntos fuertes de esta urbe. Todavía tiene que mejorar en aspectos como la gestión de la movilidad, pero avanza con fuerza.
- Zúrich: Su transporte público es el mejor de la lista, algo que ha conseguido con una estrategia integral. Ten en cuenta que la ciudad gestiona desde autobuses a barcos.
- Viena: Se coloca en esta parte de la clasificación gracias a un transporte público eficiente y una buena calidad del aire. Allí encontrarás líneas de metro y tranvías sostenibles.
- Madrid: La capital de España dispone de unos valores medios en las diferentes categorías. Las obras en la M-30, por ejemplo, han contribuido a mejorar la calidad del aire.
Para lograr estos resultados, se han analizado 21 indicadores. Estos se relacionan con el uso del transporte público, calidad del aire o la gestión de la movilidad sostenible. El proyecto fue realizado por el Wuppertal Institute para Greenpeace y muestra la firme intención de Europa por conseguir la sostenibilidad.
Ejemplos de transporte sostenible
Pese a lo que pueda parecer, existen numerosos ejemplos de transporte sostenible. El coche eléctrico es el mayor exponente, pero el mero hecho de caminar más lo es asimismo. Todos ellos comparten un objetivo común: disminuir el impacto medioambiental de los desplazamientos urbanos. Y en muchos casos puedes participar de manera activa sin realizar un gran gasto monetario. Estos son algunos que tienes que conocer.
Bicicleta
La bicicleta es parte de la vida diaria de muchas personas y su empleo está teniendo un renacimiento. Esto se debe a la apertura de carriles específicos en las principales ciudades. Con ellos los ciudadanos pueden moverse de forma segura y atravesar su localidad en poco tiempo. Además, no tienes por qué pedalear todo el rato, ya que hay modelos que incluyen motores eléctricos. Toda una apuesta por la movilidad sostenible.
Transporte público
Ya sea un autobús o un tranvía, el transporte público es el mayor ejemplo. Permite mover a un gran número de personas con un impacto mínimo. Es decir, se trata de una solución eficiente desde el punto de vista medioambiental. Gracias a la transformación que está sufriendo hacia versiones eléctricas, su efecto positivo no deja de aumentar. Y todo ello sin ver reducidas sus capacidades y prestaciones.
El carsharing
Es una de las alternativas que están triunfando en el sector privado. Los fabricantes y distribuidores de coches permiten el alquiler de algunos modelos durante un periodo de tiempo. Esto ayuda a los usuarios a sustituir sus vehículos viejos y contaminantes a un coste bajo. Nada impide renovar los contratos y es posible encontrar variantes en las que adquirir el automóvil tras unos años. Es una opción práctica, sostenible y fácil de adaptar a cualquier entorno.
Caminar
Desplazarte caminando es una de las formas menos contaminantes y ayuda a mejorar tu salud. Si bien no es factible en todas las ciudades, nada te impide caminar más en tu día a día. Por ejemplo, en ocasiones se efectúan trayectos cortos en coche que podrían sustituirse por un paseo. No solo reduces la contaminación, sino que haces ejercicio y eliminas parte de tu estrés.
Para terminar, la movilidad sostenible es factible, algo que se debe a sus diferentes variantes. La bicicleta o el transporte urbano son excelentes ejemplos, a los que se suma el carsharing. Pero, si quieres dar el paso definitivo, en Norauto disponemos de un amplio catálogo de vehículos sostenibles. ¡Descúbrelos en nuestra web!