Hay países donde el uso de los neumáticos de invierno son fundamentales durante varios meses al año, pero en España siempre hemos circulado sin ellos. Desde hace algunos años los fabricantes aconsejan su uso también en nuestro país, ¿merecen la pena?. En España son unos verdaderos desconocidos por mucho que los medios hagan hincapié en la recomendación de su uso cuando las fechas invernales se acercan. Tienen sus inconvenientes, pero por encima de ellos está la insuperable ventaja de aumentar la seguridad.
Por mucho que fabricantes, tanto de coches como de neumáticos, y medios hagan hincapié en la necesidad e importancia del uso de neumáticos de invierno cuando la climatología se vuelve adversa, la realidad es que en países cálidos como España siguen siendo unos desconocidos y no existe la costumbre de usarlos en nuestros vehículos. Todo lo contrario a lo que sucede en países europeos donde el uso de este tipo de neumáticos está totalmente arraigado y sin los cuales los coches quedarían casi inservibles durante varios meses al año.
En España se asocia la conducción sobre nieve con el uso de cadenas, pero mientras éstas sólo se emplean en situaciones de mucha nieve, los neumáticos de invierno mejoran la seguridad y las prestaciones del coche en todo tipo de condiciones adversas. Cuando la temperatura baja de 7º, un neumático estándar pierde eficacia en adherencia por el endurecimiento del caucho, aunque las condiciones del asfalto sean óptimas. También hay que tener en cuenta que las cadenas sólo se montan en las ruedas motrices del vehículo, al contrario que los neumáticos de invierno que se montan en las cuatro, por lo que habrá condiciones en las que sean incluso más efectivos que las cadenas. Todo ello sumado a la incomodidad que supone el poner y quitar las cadenas.
Por lo tanto, el uso de neumáticos de invierno es muy recomendable siempre que la temperatura esté, de forma frecuente, por debajo de los siete grados. En estas condiciones, no pierden propiedades como los neumáticos estándar. Por ejemplo, si circulando por debajo de esta temperatura sobre un asfalto mojado a una velocidad de 80 km/h es necesario realizar una frenada de emergencia, los neumáticos de invierno acortarán la distancia de frenado en 12 metros. También mejoran considerablemente la adherencia y reducen el riesgo de aquaplaning. Por ello, si circulas con frecuencia por lugares con nieve o hielo, el uso de neumáticos de invierno más que recomendable debería ser fundamental.
Los neumáticos de invierno son una alternativa legal a las cadenas en situaciones de nieve. En España, el uso de neumáticos de invierno está permitido y regulado por ley según el Real Decreto 2822/1998 de 23 de diciembre del Reglamento General de Vehículos. Para distinguir los neumáticos de invierno de los convencionales, la manera más rápida es buscar la denominación M+S (iniciales de barro y nieve en inglés) en el perfil del neumático.
Para utilizarlos el único consejo a tener en cuenta es que deben tener 0’2 bares más de presión que la recomendada por el fabricante del coche para los neumáticos normales. El motivo de este aumento de presión es compensar la diferencia que se produce entre la presión medida y la real cuando las temperaturas son muy bajas.
El hecho de que en muchas zonas de España no existan condiciones meteorológicas adversas de una manera continuada es una de las posibles razones para entender que los conductores no tomemos conciencia de la importancia del uso de estos neumáticos.
A parte está la incomodidad de tener que cambiar de neumáticos dos veces al año, disponer de sitio para guardarlos, etc. Como pasa con todo en la vida, nada es perfecto, pero todos tenemos nuestra escala de prioridades. La decisión está en elegir si prefieres la comodidad y el ahorro de no tener que cambiar de neumáticos ó la seguridad que pueden ofrecerte los de invierno. ¿Qué prefieres?.
Fuente: www.motor.es