Descubierta en un club de natación, puede presumir de uno de los mejores palmarés en natación paralímpica.
A veces las mejores cosas de la vida pasan sin que las hayamos planeado. Eso deben de pensar los padres de Sarai Gascón cada vez que su hija gana una nueva medalla. Porque al apuntar a Sarai, cuando tenia 3 años, en las clases de natación tan sólo pretendían que pudiera defenderse en el agua.
Pero el destino puede venir a por nosotros antes de que nosotros vayamos a buscarlo. Un entrenador la vio nadar y a partir de ahí la carrera de Sarai ha sido imparable: con 14 años ganó el Campeonato del Mundo y con 15 consiguió su primera medalla en unos Juegos. Hoy es una de las mejores nadadoras paralímpicas que existen. Sarai nunca ha dejado que la discapacidad con la que nació (le falta parte del brazo izquierdo) le haga diferente al resto. Ella siempre suma, en todos los ámbitos es una más.
Compaginar la natación con los estudios y su propia infancia no fue sencillo, pero Sarai admite que su familia fue clave. «Le debo mucho a mi familia, que ha hecho que yo pueda dedicarme a lo que más me gusta.Cuando era pequeña mi padre se levantaba a las 5 de la mañana para llevarme a entrenar, mi madre me recogía y me llevaba al colegio y por la tarde uno de ellos me llevaba a la piscina. No se han perdido ni una competición y siempre han estado cerca para apoyarme y animarme».
Actualmente Sarai compagina un ciclo formativo de Grado Superior de Deporte con el deporte de élite, algo que admire que es complicado, pero que puede conseguirse: «Compaginar estudios y deportes complicado. Antes los entrenamientos, competiciones y concentraciones me quitaban mucho tiempo y llevarlo todo parecía casi imposible. Ahora estoy estudiando un ciclo formativo de Grado Superior de Deporte, donde puedo partir asignaturas para poder compaginarlo con mis entrenamientos. Resulta más fácil».
Pareja de nadadores
La actual pareja de Sarai también es nadador profesional, algo que admite que es de agradecer para una deportista de alto nivel. «Mi pareja también es nadador de alto nivel. Compartimos entrenamientos y sabemos el esfuerzo que supone poder cumplir cada día con mis objetivos deportivos. Por eso nos entendemos muy bien y nos apoyamos en ésto. La catalana explicó que para desconectar, suele hacer una escapada los fines se semana junto a su familia. «Los fines de semana es me escapo junto a mi familia a una casa que tenemos en Creixell (Tarragona). Es uno de los lugares donde mejor me siento, Desconecto y me relajo».
Con Rio de fondo, la nadadora reconoce que en un futuro le gustaría dedicarse ala enseñanza, como su madre. «Si pienso en lo que me gustaría hacer después de competir, me gustaría ser profesora, como mi madre, que siempre ha sido un referente para mi. También encantaría poder entrenar a un grupo de natación». Sarai no cambiaría nada de su vida, ni siquiera los obstáculos por los que ha tenido que pasar, porque a través, de ellos, según dice, ha sido capaz de mejorar y conseguir sus metas. Sus padres, bromeando, pero sin disimular su orgullo, me dicen que ya no saben dónde poner las medallas. Es la gran favorita al oro en 50 libre. Ella lo sabe, apuesta por ello y por seguir llevando a casa alegrías en forma de trofeos.
Fuente: Marca