Ahorrar combustible es un requisito fundamental para los conductores. Por dos razones fundamentales. Por una parte, para no tener que invertir en exceso para desplazarse con su coche o motocicleta. Por otra, con el fin de no contaminar más el planeta.
El ahorro de gasolina equivale al de dinero y el de dióxido de carbono se asocia al descenso de nuestra huella contaminante. Son dos ventajas que vale la pena que tengas en cuenta a la hora de circular. Llevar a cabo una conducción eficiente no es solo un aliado de la seguridad vial, sino también del ahorro en tu coche. Para que puedas conseguirla, te vamos a facilitar informaciones y trucos mediante los que ahorrar combustible te va a resultar más fácil. Presta atención.
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Cuándo consume más el vehículo
En primer lugar, has de tener en cuenta que ahorrar combustible no es igual de sencillo en todos los contextos de conducción. Por consiguiente, la deducción lógica es la de que habrás de adaptar tus pautas de circulación a las circunstancias que primen en la carretera en cada momento.
En este aspecto, te informamos, para que puedas aplicarlo al ahorro de tu coche, de que existe una homologación internacional del consumo medio de cada modelo de vehículo. Se trata del protocolo WLTP, que sustituyó al NDEC. Te va a dar ya alguna pista de lo que te vamos a contar en este apartado que dicho protocolo se divide en tres tipos de consumos homologados:
- Urbanos.
- Medios.
- En carretera.
Efectivamente, el estilo de conducción no puede ser el mismo en estos tres espacios diferentes. Te recordamos que el tráfico que caracteriza a los núcleos urbanos obliga a realizar numerosas detenciones. Y huelga decir que la conducción o acelerones supone un aumento considerable del consumo de combustible.
Por su parte, en las autopistas también se pueden dar grandes oscilaciones en el gasto de carburante. Por ejemplo, cuando pasas de moverte a 110 km/h en lugar de hacerlo a 120 km/h. Supone ahorrar, aproximadamente, 0,3 l en 100 km.
La clave para ahorrar combustible estriba, en consecuencia, en conducir al ritmo más constante que las circunstancias de la vía te permitan. No todo se trata, por tanto, de una cuestión de velocidad. Otro concepto que has de tener claro es el del par óptimo.
El par óptimo es la cantidad de revoluciones por minuto a la que el motor va a funcionar del modo más óptimo. Esta referencia varía en función de que busques el ahorro en un coche de gasoil o gasolina. Generalmente, el par motor se establece entre 1500 y 2500 rpm.
Controlar el motor
Ahorrar combustible depende, básicamente, de las maniobras mediante las que fuerces el funcionamiento del motor. Sin embargo, no solo puedes restar exigencia al motor mediante un estilo de conducción eficiente, sino también adoptando hábitos de circulación orientados al ahorro de combustible.
Algunos de estos trucos los puedes aplicar incluso antes de arrancar el motor. Por ejemplo, planifica el itinerario del desplazamiento para acortarlo. Según RACE, una hora menos de viaje puede implicar que lo acabes con un 14 % más de carburante.
A continuación, te vamos a dar algunos consejos para que el ahorro en tu coche sea efectivo. Toma nota.
1. Ahorrar combustible desde el taller
Lo primero que debes hacer es llevar tu vehículo a tu taller Norauto de confianza para que le hagan un mantenimiento en condiciones. De hecho, el cambio de los filtros y del aceite tiene un efecto de ahorro de combustible de entre 0,1 y 0,4 l cada 100 km. Aparte, en desplazamientos largos, optar por carburantes de primer nivel puede proporcionar, para un depósito, entre 20 y 40 km extras.
Puedes aprovechar también para que suban ligeramente la presión de las ruedas, respecto a los bares aconsejados por su marca, un par de décimas. Al haber menos resistencia en la rodadura, se puede lograr un ahorro de 0,2 l por 100 km. Eso sí, acuérdate de llevar tu automóvil con los neumáticos fríos.
2. No sobrecargues tu coche
Tu vehículo no debe convertirse en un almacén de trastos. Si llevas unos cien kilos de sobra, entre el maletero y otras partes de tu automóvil, puedes gastar hasta 0,3 l más en la misma distancia que te habíamos comentado en el anterior apartado. Por otro lado, si no estás llevando nada en los cofres de techo y en las bacas, se convierten en un freno para la aerodinámica del coche.
3. Cuidado con la ventilación
Si bien la ventilación es necesaria para una conducción en condiciones, no olvides que también tiene efectos indeseados en el consumo de carburante. A grandes rasgos, te convienen las ventanillas abiertas cuando vayas por ciudad. Mientras que, si vas por carretera, el aire acondicionado va a representar un ahorro para el coche más alto. Llevar las ventanillas bajadas, a altas velocidades no solo es peligroso, sino que resta aerodinámica.
4. Arranque y cambio de marchas para ahorrar combustible
Pon la primera marcha solo para arrancar. A los seis metros o dos segundos, cambia a la segunda. Posteriormente, ponte a 20 km/h y circula con suavidad. Cuanto menos emplees el acelerador y el freno, menos carburante vas a gastar.
5. La inercia como aliada del ahorro en el coche
La conducción más eficiente es la que aprovecha las bajadas y subidas para mantener la marcha en la que se está circulando. Si deceleras, no vas a tener que presionar el freno. Por ejemplo, anticípate a las detenciones en los núcleos urbanos. Si vas a 20 km/h y no aceleras, apenas vas a gastar gasolina. Finalmente, en la línea de lo que te hemos reseñado, intenta apagar el motor cuando estés parado.
En definitiva, ahorrar combustible no va a depender solo del modelo de vehículo y los productos que utilices. Tiene que ver, sobre todo, con cómo planifiques la conducción y la pongas en práctica. Para contar con todo lo necesario a la hora de ahorrar combustible y ganar seguridad, pide cita en tu centro Norauto más cercano.