La junta de la culata es una de las partes esenciales que conforman el bloque del motor y que permiten que funcione correctamente. De este modo, en caso de sufrir una avería podría poner en serio peligro el funcionamiento de nuestro coche y comprometer incluso la seguridad.
Su importante coste de reparación (entre 500 y 1.000 euros) o de sustitución (más de 1.000 euros), sin contar el servicio por mano de obra (no menos de 12 horas) hace que los propietarios de vehículos con este problema se formulen preguntas como las siguientes: ¿se puede conducir con la junta de la culata rota? y ¿cuánto aguantará sin ocasionar daños mayores?
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¿Por qué falla la junta de la culata?
La junta de la culata está situada entre la culata y el bloque del motor, y su principal función es la de asegurar la estanqueidad, o impermeabilidad, del propio motor. Dicho de otro modo: evita que el líquido refrigerante se ponga en contacto con el aceite del motor al mismo tiempo que tiene lugar el proceso de combustión. Esta compleja pieza tiene una forma de encaje muy característica, que consigue hacer que la propia culata quede unida herméticamente al bloque del motor.
Sin embargo, las elevadas temperaturas que soporta el motor de un vehículo pueden llegar a generar un sobrecalentamiento, que terminará afectando antes o después a la junta de culata. De hecho, este el motivo más común por el que llega a averiarse. También se producen fallos por la presencia de algún tipo de fuga, un mal funcionamiento de la bomba o del radiador, o el mal estado del termostato.
Síntomas de una junta de culata rota
Una junta de culata sella diferentes canales, como el de refrigeración y el aceite de motor, entre sí. Si tiene fugas, el líquido y el aceite terminarán mezclándose, si bien este efecto no tiene por qué ser necesariamente visible desde el exterior. Hay varios síntomas que indican un defecto en este importante elemento del vehículo y sobre los que debemos prestar especial atención:
- Pérdida constante de líquido de refrigeración
- Hay aceite en el depósito del líquido de refrigeración
- El tapón del aceite presenta restos del líquido refrigerante
- La temperatura del motor se incrementa de forma rápida
- Humo blanco del escape (al arrancar el motor)
- Sonido a burbujas en el motor
Una indicación muy clara de una junta de culata defectuosa es el refrigerante espeso. En una etapa tardía, éste se muestra viscoso y de color marrón. Si esto ya es así, el sistema de enfriamiento completo tiene que limpiarse por completo como parte de la reparación. Un síntoma similar se puede detectar en el tapón de llenado de aceite cuando el aceite y el agua se han mezclado.
¿Se puede conducir con la junta de la culata rota?
Resulta extraño que la junta de culata falle en vehículos nuevos o con pocos años de vida. Esta avería se produce más bien en coches de una cierta edad y kilómetros recorridos, por lo que un problema de este tipo representa en sí mismo dudas razonables para sus propietarios.
A menudo, y de un modo coloquial, se preguntan si costará más el collar que el galgo, es decir, si merece o no la pena invertir en la reparación una suma de dinero que, en ocasiones, puede acercarse o incluso superar el valor del propio vehículo.
Lamentablemente, los primeros síntomas de una junta de culata defectuosa se reconocen muchas veces demasiado tarde, se pasan por alto o incluso se ignoran, y el coche sigue circulando. Por lo tanto, lo primero que hay que decir es que sí es posible circular con la junta rota.
Sin embargo, también debemos advertir que, con el tiempo, el defecto aumenta de tamaño, los síntomas se vuelven más severos y aparecen otros signos. En el peor de los casos, los daños pueden afectar al motor y provocar su pérdida total.
Si has identificado la culata defectuosa en tu coche, te aconsejamos que la repares inmediatamente.
¿Cuánto aguanta un coche con la junta de culata averiada?
En caso de que decidas seguir circulando (no recomendable), el coche aguantará hasta que se produzca un daño profundo que inhabilite el motor por completo. De este modo, un daño menor apenas manifestará unos signos de sobrecalentamiento y permitirá trayectos desde unos 15 minutos hasta varias horas de duración. Sin embargo, un daño mayor incluso no dejará incluso que se encienda el motor por la presencia de humedad en el las bujías.
Conclusión
Si en algún momento la junta de la culata sufre una avería lo recomendable, como hemos visto, es cambiarla o repararla cuanto antes. Pero más vale prevenir que curar, así que un buen mantenimiento y seguimiento de tu coche ayudará a detectar este problema con antelación.
¿Se puede seguir circulando con la junta rota? Sí, pero no se debe porque solo cabe esperar un daño mayor y a veces irreparable. En todo caso, recuerda siempre que una revisión a tiempo puede ahorrarte más de un dolor de cabeza y, qué duda cabe, un importante -y nada agradable- desembolso de dinero.