¿Quién no ha escuchado alguna vez la teoría de que “los coches de hoy no son como los de antes”, como manera de expresar que los automóviles de nuestros padres y abuelos disfrutaban de una mayor vida útil? Creamos o no en ello, sí es cierto que lo que ayer representaba en muchos casos un artículo casi de lujo, y como tal merecía mimos y cuidados, hoy se ha convertido en un utilitario común al que se no siempre se le presta la atención adecuada.
Resulta evidente el avance en prestaciones, comodidades y tecnología que presentan los vehículos actuales, y hay que tener en cuenta que la fiabilidad de las diferentes marcas de coches es diferente, pero el mantenimiento correcto y puntual del equipo garantiza la prolongación de su vida útil.
Sigue estos consejos de los especialistas de Norauto para disfrutar durante más tiempo de tu automóvil.
Contents
- 1 Cumple con las revisiones periódicas
- 2 Atiende a los síntomas de averías
- 3 Vigila la presión y el estado de tus neumáticos
- 4 Revisa los niveles de líquidos
- 5 Cambio de aceite en el momento adecuado
- 6 Si no lo usas, ponlo en marcha
- 7 Ejerce un modo de conducción suave
- 8 Mantenlo limpio… por fuera y por dentro
Cumple con las revisiones periódicas
No realizar una puesta a punto antes de iniciar un viaje, alargar los plazos de revisión y retrasar los cambios de piezas pasa factura, ¡y de las caras! No te arriesgues y cumple con las revisiones periódicas y con los cambios de piezas que marcan los fabricantes.
De acuerdo con la hoja de datos técnicosel libro de mantenimiento, cambia a tiempo el aceite del motor, filtros de aire y, aceite, combustible y habitáculo, bujías (para coches gasolina), cables de alto voltaje líquido de frenos y refrigerante, entrey otras piezas. Compra repuestos en talleres especializados, no cedas a la tentación con aceites, combustibles y piezas baratas. Esto no te ahorrará dinero, y, por el contrario, incurrirás en mayores gastos por la reparación de componentes desgastados prematuramente.
Atiende a los síntomas de averías
Los automóviles de hoy son un mecanismo equilibrado en el cual todos los componentes y partes están interconectados. El fallo en uno de ellos puede conducir a graves dolencias de todo el organismo de la máquina.
Por lo tanto, la detección oportuna y la resolución de problemas menores ayudarán a ahorrar grandes cantidades de presupuesto. Si se enciende una luz del indicadorun testigo en el cuadro de instrumentos, oyes un ruido extraño o notas en la conducción que el coche no responde como siempre, comprueba con tu mecánico que todo está correcto.
Corregir estos problemas es necesario no solo para extender la vida útil del automóvil, sino también para garantizar seguridad del conductor y acompañantes.
Vigila la presión y el estado de tus neumáticos
Como todos los componentes de la máquina, sus ‘zapatos’ requieren de un cuidado especial. Recuerda revisar mensualmente la presión de los neumáticos. Una presión superior o inferior a la recomendada provocará el desgaste prematuro de los neumáticos y de la suspensión.
Vigila también las posibles deformaciones en las ruedas o aparición de grietas. Con esta medida evitaremos un aumento del consumo de combustible y hasta posibles reventones.
Revisa los niveles de líquidos
Varios tipos de fluidos participan en distintas operaciones del vehículo. Los que requieren especial atención son el líquido de frenos, del sistema de refrigeración y lavaparabrisas. También es necesario controlar constantemente el nivel de aceite que se consume durante el funcionamiento del motor. Si su nivel es muy bajo afecta negativamente a las piezas del motor.
Cambio de aceite en el momento adecuado
No solo se trata de mantener un correcto nivel del aceite, sino también de sustituirlo en el momento adecuado. El aceite tiene la capacidad de atraer diversas impurezas, como resultado de lo cual se contamina, y esto conduce a una pérdida de sus propiedades lubricantes.
Cambiándolo regularmente, conforme a las especificaciones del fabricante, asegurarás un funcionamiento prolongado e ininterrumpido del motor y la limpieza de sus partes.
Si no lo usas, ponlo en marcha
Si no lo utilizas frecuentemente tu coche, trata de ponerlo en marcha al menos dos veces por semana. Evita, en la media de lo posible, desplazamientos cortos de forma continua en los que el coche no consigue alcanzar su temperatura de funcionamiento adecuada. En condiciones urbanas, es casi imposible calentar el motor y la humedad permanece en él. Esto también puede acarrear problemas en el mantenimiento del Filtro Antipartículas (FAP) cuyo coste de sustitución es muy alto.
Ejerce un modo de conducción suave
El modo de conducción que ejercemos al volante influye también de manera determinante en la vida útil del vehículo. Espera a que se caliente el motor antes de iniciar la conducción, evita siempre que puedas los frenazos y las maniobras bruscas, realiza cambios de marcha fluidos y ¡ojo con los bordillos y badenes! Trata de no desgastar las piezas con una conducción agresiva.
Mantenlo limpio… por fuera y por dentro
Para evitar que la carrocería de tu coche se convierta en una criba con orificios oxidados en tan sólo unos años de funcionamiento, es necesario cuidarla con el mismo aprecio que el motor y el resto de piezas. Un coche sucio favorece el desgaste. Vigila también el motor y evita que la suciedad, las hojas y el polvo se adueñen de partes de él. Siempre que puedas resguarda tu vehículo de la noche y las inclemencias meteorológicas. Protégelo de la humedad y de otros factores externos con productos específicos: cera para la pintura, renovadores de goma, etc.
Sigue estos 8 consejos y te garantizamos que podrás extender la vida de tu compañero de viaje durante muchos más kilómetros.