La postura, la visión, la nutrición y la atención al volante han de ser las óptimas para afrontar con seguridad un trayecto largo sentados en un vehículo
Por vacaciones, por trabajo, para ver a nuestros familiares que viven en la otra parte del país… En cualquier momento surge la necesidad de realizar un viaje largo en coche, pero ¿sabes cómo hacerlo con salud? El doctor Santiago Antoñanzas León, miembro de Saluspot y médico en la Clínica San Juan, recomienda que lo fundamental es «parar cada dos horas ya que está comprobado que a partir de ese tiempo aparecen signos de fatiga física, con el consiguiente perjuicio para la atención en la conducción».
Parar cada dos horas es bueno para estirar las piernas ya que, al estar mucho tiempo sentados con las piernas dobladas, «se entorpece la circulación de retorno, es decir, la que sube desde los pies hasta el corazón» lo que puede favorecer la aparición de tromboflebitis especialmente «en personas de edad avanzada o que tienen varices importantes».
En cuanto a los cuidados oculares debe seguir el conductor, destaca Antoñanzas que mantener una buena visión y evitar alteraciones oculares como la conjuntivitis o la blefaritis es importante porque «pueden enturbiar la vista» y si se tiene algún defecto como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo, «es necesario disponer de la corrección óptica adecuada». Además, explica que si existe inicio de cataratas o miopías muy acentuadas, «deben evitarse las horas nocturnas».
La postura correcta del conductor es «sentado con la espalda pegada al respaldo y en un ángulo de 90º con respecto a las piernas» explica el doctor y, añade, «no es aconsejable que el respaldo esté muy tumbado y el cinturón de seguridad tiene que estar siempre bien anclado», lo que es extensible para el resto de pasajeros, que deben llevar también los cinturones bien ajustados.
Los mareos siguen siendo uno de los problemas más molestos de los viajes largos y son difíciles de evitar aunque el doctor recomienda «huir de las comidas copiosas, mantener una buena ventilación interior, evitando el recalentamiento del habitáculo del coche, cambiar la dirección de la mirada de forma suave y evitar las lecturas incómodas». Las comidas deben ser ligeras y tomarse cada cuatro horas ya que «al hacer la digestión, se produce un mayor aporte de sangre hacia el tubo digestivo en detrimento de otras zonas del organismo como el cerebro, lo que ocasiona somnolencia y peligro de accidente». Las bebidas, siempre sin alcohol, ligeramente azucaradas y frescas (no heladas) ya que se absorben mejor.
Si el vehículo tiene climatizador o aire acondicionado, hay que mantener una temperatura de confort, evitando corrientes de aire frío directo, además de «tapar las ventanillas traseras en la zona en la que el sol dé de lleno» y el doctor aconseja «no conducir en las horas centrales del día, que son las más calurosas, y tomar líquidos refrigerados con cierta frecuencia».
En un viaje con muchos kilómetros por delante no es conveniente que todas las plazas del vehículo vayan ocupadas, «no solo por comodidad de los pasajeros, sino por la mejora en la ventilación interior del vehículo, el reparto de cargas y la relajación de los ocupantes», explica el experto.
Fuente: ABC