Según las estadísticas, más del 40 por ciento de los europeos utilizan el coche como medio de transporte para sus viajes de vacaciones. También por trabajo, o para ver a familiares que viven en la otra parte del país, el vehículo familiar representa la opción principal.
Los largos trayectos ponen a prueba los nervios de todos los implicados y los niños en particular sufren a menudo el paso monótono de las horas por la autopista.
La postura, visión, alimentación o la temperatura han de ser las óptimas en estos casos. Si quieres evitar que este tipo de trayectos se conviertan en un problema, toma nota de esta recopilación sobre algunos de los consejos más útiles para viajes largos en coche.
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Descansa bien antes de empezar el viaje
Un viaje largo en automóvil debe iniciarse siempre bien descansado. Si el trayecto a tu destino comienza el viernes por la tarde después de una agotadora semana de trabajo, la aparición del cansancio resultará inevitable. Se ha demostrado que, en estas situaciones, la capacidad de conducir está limitada de forma similar a la que se produce tras el consumo de alcohol y que la capacidad de concentración se ve considerablemente afectada.
Si el viaje se inicia en estado de reposo, y tras un buen descanso, la capacidad de conducción es claramente mayor y el riesgo de accidentes se reduce considerablemente.
Olvídate de los mitos: mascar chicle no quita el sueño
Por cierto, olvídate de los mitos que suelen acompañarnos. Ni conducir con la ventanilla abierta o escuchar música a alto volumen son remedios efectivos para la fatiga. Ni tampoco masticar chicle o hincharnos a bebidas energéticas. Éstas, junto a los refrescos de cola, pueden dar un golpe de efecto durante un corto período de tiempo, pero la caída en el rendimiento será aún más pronunciada después. Puede ser útil, sin embargo, tomar un café en un área de descanso, pero recuerda que la cafeína hace efecto después de 30 minutos.
Para cada dos horas
La fatiga no solo se produce por iniciar un viaje extenso sin el descanso previo adecuado, sino también durante el propio trayecto. Los expertos recomiendan parar cada dos horas o cada 200 kilómetros recorridos, porque está comprobado que es a partir de ese momento cuando aparecen los primeros síntomas de agotamiento y pérdida de reflejos.
Estirar las piernas permite además recuperar la circulación sanguínea de retorno (la que sube de los pies al corazón), después de estar mucho tiempo sentado en el vehículo. Este aspecto resulta especialmente importante, por ejemplo, en caso de viajes largos en coche estando embarazada.
La planificación creativa de rutas también rompe de forma efectiva la monotonía. Es mejor incluir breves paradas turísticas o en estaciones de servicio que cuenten con parque infantil en caso de que el viaje sea con niños. Además, si el viaje largo en coche incluye a recién nacidos, bebés o lactantes, puedes aprovechar estas paradas para alimentarlos, ya que a bordo del vehículo existen riesgos de ahogamiento asociados a una maniobra de frenado repentina o una aceleración brusca. Obligatorias serán también estos breves paréntesis si viajamos con perro.
Evita comidas copiosas
Las comidas copiosas con alimentos grasos suponen un estrés adicional para el organismo, conducen a una reducción de la capacidad de concentración y provocan la aparición de somnolencia y mareos.
Si tú o tus pasajeros tenéis hambre durante el trayecto, los trozos de manzana, mini salamis o los dados de queso son mejores que las barras de chocolate y los sándwiches grasientos, porque la comida pesada te cansará más. Debes evitar también las bebidas con gas, que pueden afectar fácilmente a su estómago, y elegir té, zumos de fruta y el agua mineral sin gas como alternativa.
Adapta la conducción a tu vista
El conductor debe contar con la corrección óptica necesaria, en caso de que tenga algún defecto visual, como miopía, hipermetropía o astigmatismo.
Además de adaptar la conducción a tu visión, guardando las distancias adecuadas en cada caso, evita circular durante las horas nocturnas si estás empezando un proceso de cataratas o cuentas con una miopía elevada.
Busca la comodidad, pero sin pasarte
Disfrutar de un coche cómodo durante un viaje largo implica no solo disponer del modelo de automóvil y asientos adecuados, sino también de cómo nos comportemos en él.
La espalda pegada al respaldo y con un ángulo de 90º es la postura adecuada para todas las personas que circulan en el vehículo. Todos deben llevar bien anclado el cinturón de seguridad y, de manera especial el conductor, debe evitar tumbar en exceso el respaldo de su asiento.
En cuanto al habitáculo, dos consejos: por un lado, es importante mantener una temperatura constante del climatizador, evitando el aire acondicionado frío directo en tiempo veraniego o la calefacción elevada en invierno. Ambos extremos son perjudiciales. Por otro lado, siempre que puedas evita cargar demasiado el vehículo, ya que dejar espacios libres mejora la ventilación interior y relajación de los ocupantes.
En conclusión
Ya ves, basta con cuidar determinados detalles para saber qué hacer durante un viaje largo en coche. Recuerda que ¡cada viaje en automóvil es lo que tú haces de él! Lo más importante, tomárselo con calma y pensar siempre que el viaje, ya sea por asuntos personales o profesionales, forma parte del traslado. Mucho mejor si, en vez de crearnos problemas, garantizamos nuestra seguridad y la de quienes viajan con nosotros.