Para la mayoría de los conductores, el período de confinamiento induce un uso mínimo de tu vehículo, o incluso su parada por un período indefinido. La inmovilidad puede tener impactos, especialmente en los neumáticos. Por eso desde Norauto queremos darte algunos consejos para que tus neumáticos puedan resistir este período de inactividad lo mejor posible.
El neumático es una de las partes más fuertes que puedes encontrar en un automóvil. Sin embargo, no es neutral. Es sensible a su entorno, a su uso y envejece de acuerdo con el tratamiento al que está sujeto y al entorno en el que evoluciona.
En consecuencia, incluso si tu vehículo está inmovilizado, sus neumáticos pueden sufrir daños a nivel del caucho, pero también de la estructura de una manera más o menos marcada de acuerdo con sus diseños y dimensiones.
Degradación del caucho
Si tu coche estña en un garaje privado, será necesario asegurarse de que el suelo esté limpio. Es decir, sin trazas significativas de hidrocarburos, aceites o productos corrosivos de todo tipo. Este tipo de depósitos podría tener un impacto negativo a largo plazo en la goma y causar una degradación prematura. Idealmente, el vehículo debe estar aparcado en un ambiente templado y las ruedas lejos de todas las fuentes de calor excesivo (caldera, compresor, etc.).
Desgaste de la estructura (flatspotting)
El flatspotting corresponde a una superficie plana formada en la estructura del neumático después de una inmovilización prolongada del vehículo. Esto produce vibraciones notables en la dirección, pero también algo de ruido.
En general, el neumático recupera su forma natural después de haber conducido unos pocos kilómetros y haber aumentado la temperatura, pero a veces la deformación persiste.
Para limitar lo más posible la aparición de este fenómeno, en primer lugar es necesario asegurarse de que el vehículo no permanezca inmovilizado durante demasiado tiempo.
La presión también es decisiva. Es imperativo que los neumáticos estén inflados correctamente y, sobre todo, que no estén inflados demasiado. Este factor asociado con la inmovilidad podría deteriorar indefinidamente la estructura de los neumáticos. También debe asegurarse de que el vehículo no esté cargado de manera anormal, para no someter los neumáticos a una tensión excesiva.
Por lo tanto, el escenario ideal es poder garantizar que el vehículo no esté en contacto con el suelo si tiene que estar inmovilizado durante varios meses.