Vamos a repasar algunos consejos que nos ayudarán a ahorrar en el presupuesto disponible para este verano. En la estación estival es cuando muchos conductores realizan la mayoría de los kilómetros anuales.
1) Ante todo aligerar. El peso es el principal enemigo a la hora de reducir el consumo. Cargar con exceso de kilos el coche o transportar equipaje inútil aumentará significativamente el gasto en combustible. Por la misma razón, si podemos elegir el vehículo, por ejemplo en un alquiler, un coche pequeño y ligero nos ayudará a economizar en combustible durante nuestros desplazamientos veraniegos.
2) Conservar la aerodinámica. La carrocería está diseñada para ofrecer una mínima resistencia al avance del automóvil. Cualquier factor que modifique su coeficiente aerodinámico aumentará el consumo. Por ejemplo, un portaesquíes, unas barras portaobjetos pueden aumentar el consumo en un 10 por ciento por lo que si ya no vamos a usarlos es mejor desmontarlos antes de salir a carretera. Por otro lado, una o varias ventanas abiertas perjudican de igual manera las cualidades aerodinámicas del vehículo.
3) Regular correctamente la climatización. El aire acondicionado se nutre de la energía suministrada por el motor. Su funcionamiento supone hasta un 10 por ciento del consumo de combustible a velocidad de crucero en carretera, pero aumenta hasta superar el 30 por ciento durante los trayectos cortos a baja velocidad. Por ello es conveniente no abusar del sistema, resguardando el vehículo a la sombra para que no se caliente en exceso y regulando la temperatura del climatizador a una temperatura moderada.
4) Conducir de manera eficiente. La fluidez en nuestra forma de conducir será determinante para conseguir buenos resultados de consumo. Utilizar acelerador y freno con suavidad, mantener estables las revoluciones del motor en los cambios de marcha y recurrir a los desarrollos de cambio más largos. Si nos acostumbramos a practica una conducción eficiente podremos rebajar fácilmente el consumo entre 0,5 y 1 litro de combustible cada 100 kilómetros.
5) Mantener velocidades estables. El consumo aumenta de forma proporcional a la velocidad, por lo cual deberemos buscar una media en la cual el gasto de combustible no se dispare. Aprovechar la inercia del coche y mantener una velocidad constante reducirá significativamente el consumo. Atención a los desniveles puesto que cuesta arriba el consumo aumenta de forma espectacular si conservamos la misma velocidad por lo que es conveniente superarlas más despacio.
6) Elegir neumáticos ecológicos. A la hora de cambiarlos podemos recurrir a los etiquetados con un bajo consumo, que presentan un rozamiento menor sobre el asfalto y llegan a rebajar el gasto de combustible en un 2 por ciento.
7) Mantener correctamente los neumáticos. Una presión correcta adaptada al estado de carga del vehículo consigue el índice de rozamiento ideal para reducir los consumos y a la vez conservar las cualidades de agarre del neumático.
8) Apagar el motor. Si nuestro coche no va provisto de Sart&Stop en las retenciones el motor sigue consumiendo combustible al ralentí, y mucho más si llevamos el aire acondicionado encendido. Si la parada va a ser de varios minutos, para ahorrar combustible es mejor cortar el encendido y abrir las ventanillas.
9) Hacer una puesta a punto. Un motor bien revisado, con una correcta puesta a punto, filtros limpios y aceite nuevo gasta menos combustible. El inicio del verano es un buen momento para hacer una revisión en el taller.
10) Evitar los trayectos cortos. El arranque en frío y los desplazamientos en los cuales el motor no alcance su temperatura óptima de funcionamiento son circunstancias que registran un consumo elevado. Con el buen tiempo podremos desplazarnos más fácilmente a pie o en bici y podremos alargar de este modo la visita a la gasolinera para repostar combustible.
Fuente: Ecomotor.es