España es un país de contrastes, donde disfrutar de las mejores costas, con finas arenas y agua cristalina, y también donde aprovechar la llegada de las primeras nieves para practicar tu afición por el esquí.
A lo largo y ancho del territorio, se asientan pistas de esquí que ofrecen todos los servicios necesarios para los amantes de este deporte de invierno.
Ahora bien, ¿cuáles son las mejores? Y, en concreto, ¿cuál de ellas obtiene la puntuación más alta en el siempre reñido ranking de los usuarios?
Vamos a intentar sacarte de dudas con las tres estaciones de esquí más recomendadas en España.
Y antes de salir de viaje, recuerda equiparte siempre con cadenas de nieve, maleteros de techo o barras de techo.
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Boí Taüll, en Lleida, es la mejor pista de esquí de España
No lo decimos nosotros, sino los prestigiosos galardones World Ski Awards, que en su última edición la han elegido como mejor estación de esquí española. Boí Taüll desbanca de esta forma a la, casi siempre imbatible, Cerler.
Situada en la provincia de Lleida, alcanza una altitud que llega hasta los 2.751 metros y tiene un precio por entrada muy competitivo de 39€ para adultos y 29€ para niños.
Uno de sus mayores aciertos reside en su versatilidad, de tal forma que permite disfrutar a recién llegados al deporte como a aquellos más experimentados.
Así, alrededor de la mitad de los 45 kilómetros de pistas están marcadas en rojo, lo que las hace perfectas para esquiadores y snowboarders avanzados. Por su parte, los principiantes y familias con niños cuentan con 15 kilómetros de pistas con marcas verdes o azules, y también los esquiadores más profesionales tienen a su disposición otros ocho kilómetros de marcas negras.
Si lo que buscas es un verdadero reto, además de una magnífica vista, puedes subir al Puig Falcó, el punto más alto del dominio esquiable de Boí-Taüll. Desde sus 2.751 metros se accede a largas pistas marcadas en rojo y tres desafiantes variantes marcadas en negro, que conducen de vuelta al valle.
Cerler: toda una experiencia en el Pirineo aragonés
Bien podríamos decir que Cerler, la pista de esquí situada en los Pirineos de la provincia de Huesca, ofrece sobrados motivos para coliderar este ranking.
El dominio esquiable se extiende a lo largo de 81 kilómetros sobre el pueblo del mismo nombre, uno de los más altos de los Pirineos (1500 m). El impresionante paisaje montañoso hace que unas vacaciones de esquí en Cerler constituyan toda una experiencia. En sus inmediaciones se encuentran, de hecho, las montañas más altas de los Pirineos, como Aneto (3404 m), Monte Perdido (3355 m) o Pico Posets (3371 m).
Cerler ofrece pistas para todos los niveles de dificultad, desde principiantes, con pendientes fáciles, hasta esquiadores experimentados, que podrán disfrutar de sensacionales pendientes en un entorno de montaña único.
Se trata, además de uno de los lugares preferidos, sino el que más, por los apasionados del snowboard. No es para menos, teniendo en cuenta que Cerler ha contado con el asesoramiento de Lucas Eguibar, el primer deportista español en ganar el circuito de la Copa del Mundo de este deporte.
La entrada de adulto para un día cuesta 43 euros y 34,50 para niños.
Formigal-Panticosa: la mejor pista de esquí familiar
La estación de esquí de Formigal-Panticosa está situada también en los Pirineos y está recomendada de manera especial para quienes disfrutan de la nieve en familia.
Se extiende por seis valles, ofrece un total de 176 kilómetros de pistas esquiables y cuenta con 37 ascensores. El punto más alto es la cima de Tres Hombres, a 2250 metros, y el precio de su entrada/día oscila entre los 43 euros para adultos y los 34,50 para niños.
Formigal
La mayoría de las pistas de Formigal están marcadas en rojo para esquiadores experimentados. Las espectaculares del Brocuso o la de la Grallera hacen latir más rápido el corazón de los esquiadores y snowboarders más curtidos. Pero también hay algunas pistas marcadas en azul para principiantes. Especialmente en la zona de Anayet, donde además de presenciar unas vistas incomparables, los más recientes en la materia podrán ponerse a prueba.
Una especialidad de esta zona es el llamado Ski Ratrack. Dos cuerdas están unidas a una máquina de limpieza de nieve y los esquiadores y pueden agarrarse a ellas y ser arrastrados a través del área de esquí.
Panticosa
Panticosa es mucho más pequeña que Formigal y la estación de esquí perfecta para familias. Las numerosas pistas marcadas en azul ofrecen una amplia gama de actividades para los principiantes y aquellos que tienen un poco más de confianza en sus tablas.
Los esquiadores avanzados pueden desahogarse en las de Ibón, Mazaranuala o la de la Selva Verde, o incluso en tres pistas negras si es que eres de los que te gustan los verdaderos desafíos.
Otras opciones para esquiar en España
Estas tres pistas compiten por el olimpo del esquí, pero España ofrece otras muchas opciones de calidad a los amantes de este deporte.
Buen ejemplo de ello es Pradollano, una estación en plena Sierra Nevada, a solo 40 kilómetros de Granada y a una hora de las playas del Mediterráneo.
Si buscas exclusividad, siempre nos quedará Baqueira Beret, con sus impresionantes 150 kilómetros de pistas. O si eres de los que te gustan las tradicionales, tu sitio está alrededor del pintoresco pueblo de montaña de Candanchú, en la provincia de Huesca, donde se extiende la estación de esquí más antigua de España, que existe desde 1928.
Opciones hay para todos los gustos. Ahora tú decides hasta dónde te llevarán tus esquís.