Estas son las ventajas de los coches ecológicos

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Con todos los nuevos y elegantes vehículos ecológicos disponibles hoy en día, muchos consumidores se preguntan si un vehículo «verde» representa o no una buena opción de compra.

Sabemos de sus ventajas medioambientales, de baterías que permiten una mayor autonomía o de unos precios cada vez más asequibles, que hacen que poco a poco este tipo de vehículos con propulsiones libres de emisiones contaminantes se estén popularizando. Pero estos son solo algunos de los beneficios que implica adquirir hoy automóviles de este tipo.

Gracias a los compromisos adquiridos por instituciones, fabricantes y sociedad en general, las ventajas que ofrecen los coches ecológicos permiten vislumbrar un futuro optimista para este sector.

Más ayudas públicas para vehículos eléctricos

En los últimos años, se han puesto en marcha diferentes programas de ayuda estatal para incentivar la compra de vehículos eléctricos, pero es ahora cuando los gobiernos pisan el acelerador. De hecho, el Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, ya tiene listo el programa de ayudas al vehículo alternativo (MOVES) para 2020.

La propuesta plantea elevar de forma notable el montante final de las ayudas, desde los 45 millones de euros anuales actuales hasta los 200 millones de euros que se contemplan para 2020. Algunas fuentes indican que, hasta que en el año 2025 se equiparen los precios entre los automóviles de combustión y los ecológicos, las ayudas públicas ascenderán a más de 1.000 millones en su conjunto.

Menos impuestos

Las ventajas económicas no acaban con las ayudas a la compra. También se deben tener en cuenta otras, como la exención en el pago del impuesto de matriculación y las considerables reducciones de hasta el 75% en el pago de impuestos de circulación y en zonas de estacionamiento limitado. Normalmente, y dependiendo de los ayuntamientos, se ofrecen espacios habilitados exclusivamente para estos vehículos.

Libertad de movimientos

Precisamente, y con el objetivo de luchar contra los elevados índices de contaminación, distintos ayuntamientos han endurecido sus normativas, impidiendo circular por el centro de las ciudades a los vehículos diésel.

Quienes poseen transporte ecológico disfrutan de libertad de movimientos, sin restricciones de uso.

Precios cada vez más bajos

El todavía lento, pero constante, crecimiento de la demanda está provocando reducciones en los precios de estos automóviles. Los fabricantes se esfuerzan por compaginar la introducción de innovaciones con precios que resulten cada vez más asumibles por los consumidores.

Así, en la actualidad podemos acceder a un vehículo eléctrico de buenas prestaciones por menos de 22.000 euros, que es la tarifa (sin descuentos) del  Renault Zoe. Lo mismo cuesta el Citroën C-Zero y un poco más (31.000 euros) el popular Nissan Leaf.

En los próximos años se prevé que continúe la tendencia, con coches más baratos y con mayores prestaciones.

Menores coste de uso

En cuanto al coste de uso, es inferior al de un automóvil de combustión interna. Por ejemplo, un estudio de Nissan desvela que usar el Leaf en España supone para los usuarios un ahorro de aproximadamente 150 euros al mes con la tarifa eléctrica supervalle, en comparación con un coche diésel si se conducen una media de 50 km diarios. Es decir, casi 1.800 euros de ahorro por año.

La autonomía de las baterías sigue creciendo

Otra de las posibles pegas que frena a muchos consumidores a la hora de comprar un vehículo eléctrico es la autonomía de uso. En la actualidad, prácticamente la totalidad de los coches eléctricos de nuestro mercado superan los 150 kilómetros recorridos y muchos de ellos alcanzan o superan los 300 kilómetros.

Según los estudios, ocho de cada diez desplazamientos diarios en días laborales son inferiores a 80 kilómetros, por lo que el coche eléctrico cubriría con su autonomía la mayoría de trayectos de ida y vuelta.

La tecnología avanza a pasos agigantados en este campo y pronto veremos nuevas baterías, más eficientes y con menor tiempo de carga.

Costes de mantenimiento muy inferiores

En cuanto a los costes de mantenimiento, la arquitectura técnica de un vehículo de este tipo, con un 90% menos de componentes que los diésel o gasolina, asegura costes de mantenimiento muy inferiores: no necesita aceite motor, lleva menos filtros y no hay que sustituir ni revisar correas o embragues. Y las pastillas de freno duran más gracias a su sistema de frenada regenerativa que carga de forma parcial la batería.

Los ‘cero emisiones’ no contaminan

No se trata de una ventaja de tipo económico pero también nos afecta a todos… y a las siguientes generaciones. Conducir un vehículo cero emisiones representa una indudable ventaja para todos. Baste un dato: según estimaciones realizadas por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, con la introducción de 1.000 vehículos eléctricos en una ciudad se dejarían de emitir más 30.000 kg anuales de gases contaminantes (incluyendo CO, NOx, HC…), y más de 2 toneladas de CO2.

Conclusión

¿Es un buen momento para plantearse la compra de un vehículo ecológico? A juzgar por las ventajas, parece indudable que sí. Existen importantes beneficios económicos y también de uso, pero sobre todo ofrecen la oportunidad de contribuir a luchar contra el cambio climático desde un compromiso individual.