En España, uno de cada cinco coches tiene nombre propio. Lo dice un estudio que ha realizado Direct Seguros con un universo de 2.000 conductores, de donde se extraen datos como que las mujeres ‘bautizan’ sus vehículos con más frecuencia que los hombres, ya que el 68% de las encuestadas lo hace. Y los motes son de lo más variopinto, desde un diminutivo del propio nombre hasta ‘cari’.
El coche, como el móvil, no deja de ser en la mayoría de las ocasiones una extensión de nosotros mismos y, cuál mascota fuera, le ponemos un nombre. Y los elegidos son de lo más variopinto.
Desde los diminutivos del propio nombre del coche como Focusín o Golfito o incluso se puede asociar el nombre con el de una estrella deseada como Megane Fox. Según el estudio, incluso algunos lo llaman como su abuelo, con ejemplos como Braulio y, para las marcas españolas, el elegido es Manolo.
Otros optan por denominarlo en función del color, con ejemplos como pitufillo o naranjito. Y tampoco faltan los nombres cariñosos por su amor hacia el coche o por llevar muchos años unidos. Siendo Amorcito, cari, niño o pequeñín, son los preferidos.
En la encuesta también aparecen nombres típicos como abuelo, carraca, pequeñín, chiquitín, bólido, máquina, tortuga o bala.
En definitiva, el 25% de los encuestados le pone a su coche un nombre de persona, el 15% lo nombra por su color, el 13% lo hace con una expresión cariñosa, el 12% por la marca, el 8% por el tamaño, otro 8% en función de su antigüedad y un 7% por la velocidad que alcanza.
Fuente: elMundo.es