Aunque cada vez menos, fumar mientras se conduce sigue siendo una práctica extendida en muchos conductores españoles. Pero no todos tienen claro si se puede fumar conduciendo o si, por el contrario, está prohibido y sancionado. A lo largo del siguiente artículo, vamos a ver qué dice el Reglamento General de Circulación al respecto, si te pueden multar o no y cuáles son los peligros de fumar en el coche.
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Qué dice el Reglamento General de Circulación
Siempre es bueno empezar viendo qué establece la legislación vigente. En este caso, el Reglamento General de Circulación no dice claramente que esté prohibido fumar conduciendo. Sin embargo, sí especifica que los agentes de tráfico pueden llegar a la conclusión de que dicha acción constituya un riesgo para la seguridad vial y, en ese caso, te podrían multar.
En concreto, en el primer apartado del artículo 18, “Otras obligaciones del conductor”, del reglamento encontramos que “el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía”.
Y añade: “A estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, así como la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos (artículo 11.2 del texto articulado)”.
Peligros de fumar conduciendo
Independientemente de lo que diga la ley y de si se puede fumar conduciendo o no, está claro que es una conducta que puede conllevar cierto peligro para la seguridad, tanto para el conductor y los pasajeros del vehículo, como para el resto de usuarios de la vía. Según la DGT, encender un cigarrillo lleva 4,1 segundos, lo que implica que, circulando a 100 km/h, se recorren 113 metros sin la atención plena en la carretera.
Fumárselo requiere unos 3 o 4 minutos o, lo que es lo mismo, recorrer 6 kilómetros con una sola mano bien colocada en el volante, algo que en situaciones normales ya es peligroso. “Encender, tirar la ceniza, apagar el cigarillo… todo causa distracciones y pone en riesgo la seguridad vial”, señala el doctor Fernando Pérez, presidente de la Sociedad Española de Medicina del Tráfico (SEMT).
Dicho esto, la Dirección General de Tráfico recuerda que el 60 por ciento de los accidentes y el 30 por ciento de las víctimas mortales se producen por distracciones al volante y fumar conduciendo es una causa de distracción. Según el doctor Carlos Jiménez, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), el humo del tabaco altera la capacidad motora y cognitiva, disminuyen los reflejos y, por tanto, aumenta el riesgo de sufrir un accidente.
¿Me pueden multar por fumar en el coche?
Cómo ves, el reglamento no prohíbe de forma taxativa fumar conduciendo. Pero el hecho de encender un cigarro supone dejar de prestar atención a la carretera durante 4 segundos, lo cual, puede tener consecuencias graves. O, por ejemplo, la caída de ceniza en el brazo puede provocar un movimiento brusco del volante y perder el control del coche. Por ello, si un agente de la autoridad considera que el conductor está poniendo en riesgo su seguridad, puede sancionarlo con hasta 100 euros.
Por otra parte, lo sí está totalmente prohibido es tirar las colillas por la ventanilla, ya que puede provocar un incendio. Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, el 3 por ciento de los incendios lo originan colillas de cigarrillos abandonadas o arrojadas desde vehículos. Por ello, lanzar objetos desde coches en marcha, incluidas colillas, se multa con 200 euros y la retirada de 4 puntos del permiso de conducir.
Efectos del humo del tabaco en la conducción
El humo del tabaco contiene más de 7.000 sustancias, de las cuales, al menos 250 son nocivas y 70 cancerígenas. Incluso cuando se bajan las ventanillas, muchas de esas sustancias permanecen retenidas en el habitáculo y los ocupantes seguirán respirando durante semanas.
- Menos oxígeno: al fumar en el coche, se crea monóxido de carbono y eso produce mala oxigenación, por tanto, los ocupantes reciben menos oxígeno. Esto aumenta la irritabilidad, el cansancio, la somnolencia, crea confusiones y sube la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
- Asma: esas miles de sustancias nocivas que permanecen en el interior se depositan en diferentes zonas del habitáculo, como los asientos y la tapicería, y pueden ser especialmente peligrosas para las personas que padezcan asma.
- Riesgo de sufrir enfermedades: con el tiempo, la exposición al humo del tabaco en un espacio tan pequeño como el interior de un coche aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, tumores, bronquitis o ictus.
Los pequeños, los más vulnerables
La DGT señala que, en España, tras la entrada en vigor de la Ley Antitabaco, se ha reducido la concentración de nicotina en adultos no fumadores. En cambio, no ha sido así en el caso de los niños, debido a que, en el hogar y en el coche es donde más se fuma y donde más peligroso es para la salud de los más pequeños.
Además, según datos de la Organización Mundial de la Salud, el 30 por ciento de las muertes por tabaquismo pasivo en el mundo se da en niños. Esto no solo multiplica por cuatro el riesgo de sufrir cáncer de pulmón en el futuro, sino también las posibilidades de sufrir enfermedades como asma, bronquitis, tos crónica, infecciones severas, neumonía, otitis y obesidad.
Por ello, en países como Francia, Reino Unido, Australia, Chipre, Sudáfrica y algunos estados de Estados Unidos y regiones de Canadá está prohibido fumar en el vehículo si se viaja con menores de edad o embarazadas.
Evita fumar mientras conduces
Vemos que la ley no prohíbe tajantemente fumar conduciendo, pero sí está claro que es una conducta peligrosa que puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente. Por este motivo, un agente de tráfico podrá multarnos, amparado en el artículo 18 del Reglamento General de Circulación, igual que podría multarnos por conducir con un calzado inadecuado.
En resumidas cuentas, la ley de tráfico no especifica que esté prohibido fumar, pero sí que nos pueden multar debido a que nos distrae y ponemos en peligro al resto de usuarios de la vía.