Llega una semana marcada por fuertes vientos y lluvias con la ciclogénesis ‘Gabriel’. Ante este temporal y en cuestión de segundos la niebla puede aparecer disminuyendo la visibilidad drásticamente. Se trata de una de las situaciones más complicadas para el conductor, quien deja de ver al resto de usuarios, las señales e incluso las marcas de la carretera. Es aquí cuando las luces antiniebla del vehículo deben hacer su aparición. Unas luces a las que no se les presta mucha atención durante todo el año pero que deben estar preparadas para este tipo de imprevistos, especialmente en invierno.
Con el objetivo de estar listos para este tipo de situaciones, que suelen ser más frecuentes en la época de invierno, en zonas montañosas y elevadas, te ofrecemos una serie de recomendaciones que pueden ayudarte a mejorar la visibilidad en la carretera:
- Revisa con anterioridad el correcto funcionamiento de las luces, sobre todo, antiniebla, tanto delanteras como traseras. Hay que comprobar que las luces no están fundidas y que están bien niveladas para no deslumbrar al resto de usuarios.
- En ocasiones no se le da la importancia que merece, pero es importante llevar los cristales limpios. De esta forma, se mejora la visibilidad y se evitan deslumbramientos.
- Por supuesto, las luces deben ser homologadas.
- En cuanto aparezca la niebla, se deben encender las luces necesarias. Hay que poner la luz antiniebla delantera o la luz de corto alcance. La luz antiniebla delantera puede ir aislada o simultáneamente con la de corto alcance. Las luces antinieblas traseras deben usarse cuando la niebla es densa, la lluvia muy intensa, hay fuertes nevadas o nubes densas de polvo o humo. Hay que tener en cuenta que son especialmente molestas para los que van detrás.
- Te recomendamos seguir al resto de vehículos pero siempre manteniendo una distancia de seguridad adecuada y reduciendo la velocidad todo lo necesario para no perder el control. Se pueden utilizar como guía las marcas longitudinales y laterales de la carretera.
Recuerda que ir sin alumbrado en situaciones de falta o disminución de la visibilidad es considerado infracción grave, es decir, multa de 200 euros. De hecho, en caso de que por inutilización o avería en el lugar no se pueda circular con el alumbrado necesario, hay que reducir la velocidad hasta detener el vehículo dentro de una zona iluminada y segura.
Por supuesto, te recomendamos evitar conducir en circunstancias que puedan comprometer la seguridad. Ante el menor peligro, la mejor opción es estacionar el vehículo en un lugar apartado y seguro de la carretera.