Técnicas de conducción para ahorrar combustible

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Quizá no lo sabías, o quizá sí, pero el modo en el que conducimos influye de una manera decisiva a la hora de ahorrar una importante cantidad de combustible y, por lo tanto, de dinero. En otras palabras: si efectuamos una conducción eficiente con nuestro coche, ya sea diésel o gasolina, lograremos mejorar tanto su rendimiento como el consumo de carburante (hasta un 15%) y además estaremos contribuyendo a reducir emisiones contaminantes a la atmósfera.

Si bien es cierto que, a día de hoy, somos testigos de una verdadera revolución en lo que a la automoción y a los propios carburantes se refiere, y que han significado una mejora reseñable en el consumo de nuestros vehículos, es posible complementar estas mejoras con una serie de técnicas de conducción para ahorrar combustible. Veamos 8 de las más importantes.

Esperar antes de iniciar la circulación

Cuando ya nos encontremos acoplados en el asiento del conductor y queramos iniciar la marcha, lo recomendable es arrancar el motor sin pisar el acelerador. Si se trata de un coche diésel, conviene esperar unos segundos antes de iniciar el trayecto, y, tanto en los diésel como en gasolina, debemos cambiar a la segunda marcha tan pronto como sea posible.

Utilizar marchas largas… siempre que se pueda

Cuando nos encontremos en plena circulación, y siempre con el propósito de ahorrar combustible sin comprometer la seguridad o afectar al propio vehículo, debemos utilizar siempre marchas largas para reducir las revoluciones del motor. En este sentido, resulta clave saber adaptar nuestra conducción a las revoluciones que nos “pide” el motor para, así, optimizar también su consumo.

Si circulas por tramos con pendiente ascendente, usa la marcha más larga posible, siempre evitando excesivas revoluciones de motor. Si, por el contrario, circulas por tramos con pendiente descendente, conviene hacer uso de la propia inercia del coche, levantando para ello el pie del acelerador sin reducir la marcha. Jamás dejes el coche en punto muerto descendiendo porque, además de ser peligroso, aumenta considerablemente el consumo de combustible del coche.

Evitar frenazos y acelerones

Conducir siempre con suavidad, evitando los frenazos y las aceleraciones bruscas representa otra de las mejores técnicas para cumplir con una conducción eficiente. Para frenar, y en favor de una mayor de seguridad, lo recomendable es levantar el pie del acelerador para que sea el motor el que ejerza de freno, utilizando el propio pedal solo si fuera necesario.

Mantén una distancia de seguridad adecuada

Evitar frenazos inesperados implica también conducir con mayor anticipación, así como establecer una distancia de seguridad considerable.

De manera especial, cuando nos encontremos en medio de un atasco y la circulación no sea, por tanto, muy fluida, debemos vigilar en todo momento la distancia de seguridad que tengamos con los vehículos que circulan por delante. En este punto resulta decisiva la anticipación, es decir no deberemos acelerar si, inmediatamente después, observáramos que debemos volver a frenar. De esta manera, evitaremos desgastes excesivos de frenos, así como un menor consumo de combustible.

Adelanta solo si es necesario

Realizar un adelantamiento implica pisar a fondo el acelerador, de tal forma que es una de las formas más comunes de consumir combustible en exceso. Si queremos efectuar un adelantamiento eficiente y adecuado, debemos asegurarnos de que contamos tanto con el tiempo como con el espacio suficiente para ello, y, siempre que sea posible, evitando acelerones de golpe.

Desconectar el motor en las paradas

Tan pronto como el motor está funcionando, consume combustible, incluso cuando el vehículo no está en circulación (aproximadamente de 0,5 a 1 litro por hora). Por lo tanto: ¡apaga el motor si esperas que el tiempo de inactividad dure más de 20 segundos!

Si tu vehículo no dispone de un sistema automático de arranque y parada (Start & Stop), puedes girar la llave tú mismo.

No abuses del aire acondicionado 

Dependiendo del modelo del vehículo y la tecnología, un sistema de aire acondicionado genera un consumo adicional de alrededor de 0.3 a 1.5 litros de combustible por cada 100 kilómetros.

Para que la factura de combustible no sea demasiado alta, debes limitar los períodos de encendido a tus necesidades reales de confort. Por cierto: las ventanas laterales abiertas o los techos solares afectan al flujo de aire también representan costes. Por ejemplo, las ventanas abiertas en ambos lados a 100 km/h generan un consumo adicional de aproximadamente 0.2 litros. Solo a bajas velocidades, por ejemplo en el tráfico de la ciudad, las ventanas abiertas pueden aportar una ventaja de consumo significativa sobre el aire acondicionado.

Reduce la carga útil

Si retiras objetos no utilizados del interior, el menor peso del vehículo reducirá la resistencia a la rodadura. Aquellos que también prescinden de portaequipajes o bicicletas montadas en la parte trasera ahorran de dos maneras. Además del peso, la resistencia al aire también se reduce.

Conclusión

Como has podido comprobar con estos 8 consejos y técnicas para ahorrar combustible, la conducción eficiente tan solo depende de nosotros mismos. Basta con seguir una serie de sencillas pautas, adoptarlas por costumbre y pronto verás cómo estos pequeños gestos repetidos a lo largo de un año suponen un importante ahorro en tu factura de gasolina.