combustibles renovables para coches

Combustible renovables para coches: cosas que debes saber

Reading Time: 4 minutes

Desde la segunda revolución industrial, en el siglo XIX, los combustibles fósiles han sido los encargados de satisfacer las principales necesidades energéticas de la sociedad, sobre todo en lo que se refiere al transporte. Pero el impacto que producen en el medio ambiente ha hecho que, desde diferentes instituciones gubernamentales y organismos internacionales, se apueste cada vez más por el uso de combustibles renovables con el objetivo de reducir las emisiones que provocan el calentamiento global.

En este artículo, vas a descubrir todo lo que necesitas saber sobre los combustibles sostenibles, cuáles son, cómo se obtienen y qué beneficios aportan al medio ambiente.

Hacia la descarbonización del transporte

En el Acuerdo de París de 2015, 195 países firmaron un acuerdo vinculante para luchar contra el cambio climático, comprometiéndose a alcanzar un objetivo claro: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para impedir que la temperatura del planeta aumente en más de 2 grados y limitarla a 1,5 grados.

Del mismo modo, en el acuerdo alcanzado en la capital francesa se estableció el objetivo, no menos ambicioso, de conseguir la neutralidad climática fijada por la Comisión Europea para 2050. Esto es, el equilibrio entre lo que la humanidad logre un equilibrio entre lo que su actividad consume y lo que devuelve al planeta.

En este contexto, la Unión Europea se ha propuesto, para 2030, reducir las emisiones de CO2 en un 40 por ciento, en comparación con los niveles de 1990, así como aumentar, en un 27 por ciento, la cuota de energías renovables en el consumo de energía primaria y mejorar la eficiencia energética en otro 27 por ciento. De cara a 2050, el objetivo de la Unión Europea es reducir las emisiones en un 80 por ciento, respecto a los niveles de 1990.

Pero, para la consecución de todos estos objetivos, es imprescindible transformar radicalmente la manera de generar y consumir energía e ir hacia la descarbonización del transporte. Aquí es donde cobran especial importancia el uso de combustibles alternativos y renovables que permiten reducir las toneladas de emisiones nocivas que se emiten a la atmósfera y que provocan el cambio climático.

Qué son los combustibles renovables

Los combustibles renovables son aquellos que no tienen un origen fósil y, por tanto, no se agotan. Son carburantes líquidos obtenidos de la transformación de biomasa y se pueden utilizar en motores de combustión, ya sea complementando o sustituyendo a los combustibles derivados del petróleo.

Por este motivo, los ecocombustibles son considerados energías renovables. Se pueden presentar de forma sólida, como residuos vegetales, líquida, como el biodiésel o el bioetanol, o gaseosa, como el biogás o el hidrógeno.

Dentro de los ecocombustibles, podríamos establecer una subcategoría, la de los biocarburantes, para referirnos aquellos combustibles sostenibles que se pueden utilizar para alimentar los actuales motores de los coches, ya sea diésel o de gasolina. Suelen ser líquidos y proceden de materias primas vegetales, a través de reacciones físico-químicas.

Tipos de biocombustibles

Estos son los biocombustibles más utilizados:

Biodiésel

El biodiésel se obtiene a partir de semillas oleaginosas a través de la esterificación de aceites extraídos, principalmente, de la colza, pero también de palma y soja, así como de aceites vegetales reciclados y grasas animales. Tras un proceso químico de esterificación, estos aceites se transforman en ésteres metílicos con características muy parecidas a las del gasóleo.

Al obtenerse también a partir de aceites reciclados, el biodiésel tiene importantes beneficios medioambientales, ya que es resultado de la transformación de residuos contaminantes en un combustible.

El biodiésel se puede usar como combustible único o mezclado con el gasóleo en diferentes proporciones. La mezcla más frecuente es un 95 por ciento de gasóleo y un 5 por ciento de biodiésel, pero dependerá del tipo de vehículo.

Sus propiedades físicas y químicas son muy parecidas a las del gasóleo. Esto hace que los motores diésel convencionales no necesiten modificaciones para utilizar biodiésel en cantidades pequeñas. Muchos motores diésel modernos podrían funcionar con mezclas de hasta un 30 por ciento, aunque algunos fabricantes no recomiendan usar más de un 5 por ciento.

Bioetanol

El bioetanol se elabora mediante la fermentación del azúcar, del almidón o de la celulosa. Se puede utilizar mezclado con la gasolina en un 5 por ciento, sin que el motor necesite ninguna modificación, como ocurre con el biodiésel en los motores diésel.

Algunos fabricantes recomiendan que la mezcla no exceda del 5 por ciento, mientras que otros establecen el límite en el 10 por ciento. También se puede utilizar al 100 por cien, pero habría que realizar algunas modificaciones en el motor.

La principal ventaja del bioetanol como ecocarburante es que reduce las emisiones de CO2, con comparación con la gasolina.

Biogás

El biogás es un gas que se produce a través de un proceso metabólico de descomposición de materia orgánica, mediante la acción de bacterias metanogénicas en ausencia de oxígeno. El uso de este combustible renovable en la automoción genera unas emisiones similares a las de los coches impulsados a gas natural, pero, considerando el ciclo de vida completo del biogás, sus emisiones son inferiores.

Hidrógeno

El hidrógeno es, desde hace tiempo, uno de los combustibles alternativos que se vienen usando en la industria del automóvil. El hidrógeno no se encuentra libre en la naturaleza, sino que hay que producirlo. Y hay que diferenciar entre el hidrógeno que se obtiene de fuentes renovables del que no.

Hay dos aspectos a favor del hidrógeno y otros dos en contra. Las ventajas son, por un lado, que es libre de emisiones, siempre que sea obtenido de fuentes de energías renovables, y por otro, que se puede repostar en mucho menos tiempo que el que necesita una batería para recargarse.

Los aspectos negativos son que la red de puntos de recarga es muy insuficiente y, sobre todo, que el hidrógeno tiene una eficiencia energética baja, comparado con un vehículo eléctrico.  

Te puede interesar→ Nueva normativa de recarga de vehículos eléctricos

Si quieres más consejos sobre los usos de los combustibles sostenibles y trucos para una movilidad que respete el medio ambiente, no pierdas de vista el blog de TuMejorViaje.