En la última década hemos asistido a un incremento en el uso de combustibles alternativos a los tradicionales, gasolina y gasoil. En España, cada vez se venden más coches con motores bi-fuel, que combinan la gasolina con el GLP o GNC, y que suponen una solución a medio camino entre los coches con motores convencionales y los híbridos y eléctricos.
Se trata de dos tipos de combustibles que proporcionan numerosas ventajas. La primera es que los coches impulsados por uno GLP o GNC contaminan mucho menos y son más económicas, algo muy importante en estos tiempos de emergencia climática y, claro está, para nuestros bolsillos.
Además, se benefician de una carga fiscal más baja que los vehículos de gasolina o diésel. Sin olvidar que ofrecen una mayor autonomía, si se combinan el depósito de gasolina y el de gas licuado o gas natural. Por otra parte, estos vehículos cuentan con la etiqueta ECO de la DGT, lo que significa que se puede acceder con ellos a zonas restringidas al tráfico en algunas ciudades.
Pero ¿qué diferencia hay entre GLP y GNC? ¿Qué combustible es mejor, GLP o GNC? ¿Cuánto cuestan estas energías alternativas? Te respondemos a estas preguntas a continuación. Pero, antes, vamos a empezar por explicar qué es cada uno.
Qué es el GLP
El GLP es gas licuado del petróleo o, también llamado, autogas.
Es una mezcla de butano y propano y su uso está más generalizado que el del GNC, aunque el uso de ambos combustibles está cada vez más equiparado. El 65 por ciento del GLP se obtiene durante la extracción de gas natural y el 35 por ciento restante del refinado del petróleo. Por tanto, no es un combustible del todo ecológico como, a veces, la publicidad intenta vender.
El GLP emite alrededor de un 15 por ciento menos de emisiones de CO2 que la gasolina y un 10 por ciento menos que el gasóleo. Además, las emisiones de partículas de óxido de nitrógeno son casi nulas. Frente a la gasolina, el GLP tiene mucho más poder calorífico.
Como su propio nombre indica, el gas licuado del petróleo está en estado líquido y se almacena en un depósito a una presión muy baja.
Qué es el GNC
El GNC es gas natural comprimido elaborado, principalmente, a base de metano, un hidrocarburo muy ligero y básico. Para que pueda generar energía, el GNC está almacenado en unos tanques a alta presión, unos 200 bares. Frente a un motor de gasolina, el GNC emite en torno a un 25 por ciento menos de CO2 y un 75 por ciento menos de óxido de nitrógeno que un motor alimentado por gasóleo.
Te puede interesar: trucos para conseguir una conducción ecológica
Qué es mejor, GLP o GNC
La realidad es que no hay una respuesta exacta a esta pregunta. Atendiendo a criterios fiscales, económicos y medioambientales, tanto el GLP como el GNC ofrecen varias ventajas. Como ya hemos dicho, la carga impositiva es menor en un coche impulsado por uno de estos dos combustibles.
El coste del litro de GLP y del kg de GNC son inferiores, con respecto al litro de gasolina y de gasóleo. Y, al lucir la etiqueta ECO de la DGT, estos coches pueden circular por zonas restringidas al tráfico, como Madrid Central, porque las emisiones son más reducidas. A esto hay que añadir que la mecánica sufre un menor desgaste.
Con relación a esto, el menor desgaste del motor se explica porque el gas es más limpio, deja menos residuos en la combustión y mantiene el aceite limpio más tiempo. Por tanto, al sufrir un menor desgaste, los motores duran más.
Sin embargo, el uso del GLP está más generalizado que el GNC y cuenta con una infraestructura más desarrollada en España. Actualmente, hay más de 600 estaciones en las que se puede repostar gas licuado del petróleo. Mientras que el número de gasolineras donde recargar gas natural comprimido se sitúa en torno a la centena.
No obstante, la tendencia es que, a corto o medio plazo, aumente el número de estaciones donde repostar GNC y su uso se equipare al del GLP, incluso que lo supere. A esto está contribuyendo mucho el Grupo Volkswagen, que apuesta claramente por el gas natural comprimido, con la marca española SEAT como referencia en el uso de este combustible.
Otro hándicap del GNC, además de la escasa infraestructura, es que se almacena en varias bombonas a 200 bares, una presión muy alta, mientras que el GLP permanece en un depósito, a una presión mucho más baja.
Esas bombonas en los coches movidos por GNC aumentan notablemente el peso y restan espacio al maletero. Sirva como ejemplo el SEAT Ibiza, que anuncia un volumen del maletero de 355 litros en las versiones de gasolina y diésel y 262 litros en la variante de gas natural. Casi 100 litros menos de capacidad.
Precio del GLP y GNC
Por último, hablemos del precio del GLP y GNC. En estos momentos, el coste medio del litro de GLP es de 0,70 euros. Según la Global Petrol Price, entre el 13 de enero y el 20 de abril de 2020, el pico fue 0,72 euros y el precio mínimo 0,66 euros. En cambio, el precio del GNC es un poco más alto, entorno a los 0,90 euros.
Generalmente, un coche de GLP o GNC es más caro que otro de gasolina, con potencia y equipamiento similares. Continuando con el ejemplo del SEAT Ibiza, la versión 1.0 EcoTSI de 95 caballos y equipamiento Style cuesta 18.080 euros. En cambio, la variante 1.0 TGI, de gas natural, con 90 caballos y el mismo acabado Style cuesta 19.790 euros, es decir, tiene un sobrecoste de 1.710 euros por la implantación del sistema a gas.
Pero, como ya hemos visto, el precio de estos dos combustibles alternativos es notablemente inferior y, a medio o largo plazo, puede resultar más ventajoso. Hasta ahora, el GLP ha sido el más utilizado y goza de mejor infraestructura. El GNC es más limpio, pero la red de estaciones para repostar gas natural todavía es escasa. En cuanto esto se solucione, la balanza podría desequilibrarse a favor del GNC.